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El pH indica si el agua de su piscina es ácida o alcalina. Para que los productos químicos actúen de manera efi ciente y el agua se mantenga saludable, el pH debe situarse entre 7.2 y 7.6.
Dato curioso: Muchas personas creen que el cloro es el culpable de la irritación en los ojos al nadar, pero en realidad, la causa principal es un desajuste en el pH. El pH natural de los ojos es aproximadamente 7.5, por lo que cuando el agua de la piscina está fuera de rango, puede causar esa molesta sensación de ardor y enrojecimiento.
Consecuencias de un pH desequilibrado:
● Si el pH es demasiado bajo (menor a 7.2): El agua puede volverse corrosiva, irritar la piel y los ojos, y dañar los equipos de la piscina.
● Si el pH es demasiado alto (mayor a 7.6): El cloro pierde efectividad, lo que puede provocar agua turbia y la proliferación de algas.